Recientemente hice una encuesta de los 22 alumnos en un seminario llamado “industrias creativas” sobre cuánto gastan en varias formas de medios de comunicación.
El gasto promedio de este grupo en una universidad privada fue de US$177 al mes (2,357 pesos mexicanos).
Les pedí que incluyeran todo tipo de medios, incluso los que los padres pagan en casa. La mayoría de estos gastos no estaban en el presupuesto familiar hace 15 años:
- Internet en casa, en móviles, aplicaciones para móviles
- Teléfono fijo en casa, móvil
- Películas en cines, en forma física (DVD, VHS etc.), en línea (Amazon, iTunes), streaming, aplicaciones
- Televisión por cable, en forma física (DVD, VHS etc.), streaming, aplicaciones
- Música y podcasts en forma física (DVD, VHS etc.), streaming, aplicaciones
- Libros, e-books, aplicaciones
- Periódicos y revistas, entregada en casa, suscripciones digitales, aplicaciones
- Videojuegos en forma física (DVD etc.), suscripciones digitales, streaming, aplicaciones
- Medios digitales por suscripción, aplicaciones
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| Gasto mensual de una alumna 3,906 pesos = US$294 |
Casi todos dijeron que sí tienen cuenta de Netflix, por lo que pagan cerca de US$8 al mes (99 pesos mexicanos). Es su forma preferida de mirar películas y programas de televisión.
Muchas apps son gratis, por supuesto. Y algunos alumnos admitieron que compran versiones piratas de películas, música y videojuegos porque son baratas y están fácilmente disponibles en los mercados informales.
Ese gasto de US$177 al mes es igual a US$2,129 al año en un país donde el ingreso familiar mensual disponible después de impuestos es solo dos veces más, US$4,493, según la Organization of Economic Cooperation and Development. (El mediano significa que la mitad de las familias gana más y la mitad menos. Esta medida es más significativa, yo creo, que el promedio en un país con fuerte desigualdad de ingresos.)
Los alumnos de esta universidad, el Instituto Tecnológico de Monterrey, no son una prueba representativa de la sociedad mexicana. La universidad atrae a alumnos con altas calificaciones académicas y de altos niveles socioeconómicos. La matrícula anual sin vivienda u otros gastos es al menos US$13,000.
Comentarios de los alumnos
Casi todos en esta encuesta expresaron una versión del comentario de la alumna con el total más alto:
“Nunca había tomado en cuenta la cantidad que gasto en consumo de medios. Creo que lo tomo por sentado y ahora me doy cuenta de que es mucho más de lo que podía haberme imaginado. Al revisar los comentarios de otros compañeros me doy cuenta que puedo ahorrar bastante si contrato un plan mensual de contenidos mediáticos, específicamente contenidos cinematográficos”. (Ella es de los pocos que no suscriben a Netflix.)
Malas noticias para medios impresos
Otro alumno escribió, “El contenido que la mayor parte del tiempo estoy consumiendo es en Internet. Gran parte del tiempo estoy en las versiones digitales de periódicos y revistas y eso no representa un gasto directo para mí como consumidor”.
Malas noticia para músicos
Le sorprendió a otro alumno leer en The Guardian que los músicos reciben sólo 0.4 centavos por cada stream de su música en Spotify. Eso significa que 1 millón de streams produce sólo US$4,000. “Lo que reciben es una miseria”, dijo.
Malas noticias para cines
Otro dijo, “Lo que sí me pude dar me cuenta es que gracias a los nuevos medios, cada vez existen más alternativas para disfrutar de los medios a un menor costo, por ejemplo: en películas y música podemos pagar 99 pesos (US$8) por todo el contenido al mes y el ahorro es muy grande si lo comparamos contra una salida al cine que en promedio podría costarme 200-300 pesos mexicanos (US$16-18) y sólo vería una película. Mismo caso en la música si comparamos el costo de un CD contra la suscripción mensual de un sistema de música por streaming”.
Cultivando industrias domésticas
Los alumnos de este seminario han hecho presentaciones sobre las industrias creativas más importantes de México. Destacaron que las cuatro empresas más importantes en la industria de la música del país son todos multinacionales — Warner, Sony, EMI y Universal.
La historia es similar en la industria del cine, en la que los cinco distribuidores más grandes de México son multinacionales — Disney, Fox, Sony-Columbia, Warner y Universal. Las películas mexicanas captaron solo el 12 por ciento de los 248 millones de boletos vendidos en 2013, según el Instituto Mexicano de Cinematografia.
Una parte del seminario es que los alumnos están proponiendo emprendimientos digitales que podrían desarrollar e impulsar las industrias creativas en México. Las primeras versiones de sus propuestas y planes de negocio son prometedores.
Texto editado por Maite Fernández, directora de comunicación del Centro Internacional para Periodistas, ICFJ.org.
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