En Francia, una startup digital supera todas las expectativas


El modelo de suscripción digital de Mediapart ha logrado un éxito espectacular

Los fundadores de Mediapart, la startup francesa de periodismo de investigación, desafiaron la sabiduría convencional en 2008 cuando lanzaron su medio con un modelo de negoció que dependía solamente de suscripciones digitales.

El cementerio de la industria de los medios ya estaba plagado de ejemplos de muros de pago fallidos. Es más, el periodismo de investigación no se consideraba un producto comercialmente viable. Se pensaba que tenía que ser subvencionado por anunciantes interesados ​​en asociarse con noticias de celebridades, deportes y entretenimiento.

Resulta que la sabiduría convencional estaba equivocada. En 2020 el modelo de Mediapart ha triunfado rotundamente y ha reivindicado la visión de sus cinco fundadores, todos veteranos de Le Monde y Libération.

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Edwy Plenel, cofundador y presidente de Mediapart, reveló que la publicación tuvo un crecimiento récord en un momento en el que los medios tradicionales declinaban. Además, al adoptar un modelo de producción y distribución exclusivamente digital, sus costes eran mucho más bajos.

Los resultados

  • Las suscripciones pagadas aumentaron un 28% en 2020, hasta alcanzar las 218.000
  • Los ingresos aumentaron un 22% hasta los 20,5 millones de euros
  • El beneficio antes de impuestos subió un 46% hasta los 6 millones de euros
  • El beneficio neto después de impuestos y bonificaciones al personal fue de 4 millones de euros
  • Si bien la crisis del covid-19 hizo que la publicidad se desplomara en los medios de noticias impresos, de transmisión y digitales, lo que provocó despidos y cierres, Mediapart agregó 26 nuevos miembros a su plantilla.
  • El número total de empleados es de 118, 69 de ellos periodistas, junto con 175 colaboradores autónomos.
Evolución de la cifra de negocios y del número de suscriptores.

En su informe anual público, Plenel atribuyó el crecimiento a una demanda de la ciudadanía de “una información independiente y rigurosa para entender los imprevistos e inopinados acontecimientos a los que nos enfrentamos sin sucumbir a las mentiras de la propaganda.”

Al ser digital, el medio podía adaptarse rápidamente a lo largo de los años a las cambiantes tecnologías de distribución y consumo, como las redes sociales y los teléfonos inteligentes, afirmó Plenel. La transparencia de Mediapart sobre sus directores, y sobre los ingresos y los gastos, reforzaba su afirmación de independencia editorial.

La compañía se convirtió en 2019 en una organización sin ánimo de lucro dedicada a la defensa de la libertad de prensa y el pluralismo, denominada los Fondos para la Prensa Libre.

Los medios tradicionales han intentado seguir el modelo de Mediapart adoptando un modelo de suscripciones digitales, pero aún dependen de la publicidad y la ayuda del gobierno, destacó Plenel, que no pudo resistirse a “disparar” contra sus competidores:

“[T]oda la prensa ha seguido nuestro ejemplo de suscripciones de pago, pero, sobre todo en el caso de los principales diarios, sin romper con las ayudas financieras que están arruinando su independencia: en manos de ricos industriales, todos ellos se benefician de un maná de subvenciones públicas (aumentadas a causa de la pandemia). Las más cuantiosas van a parar a los más ricos y poderosos de entre ellos, al igual que se benefician de los fondos que pagan las multinacionales digitales (Google, Facebook, Microsoft…).”

Las lecciones

El éxito de Mediapart no ha sido fácil. Plenel menciona “nuestros procesos judiciales (más de 200 procedimientos judiciales, 5 condenas definitivas, 2 decisiones que subrayan el ‘gran interés público‘ de nuestra información).”

Otros medios lo han atacado por revelar el secreto sucio de la industria: los periodistas y los políticos tienen su club que se beneficia de una información privilegiada y cuyos miembros se protegen mutuamente en lugar de servir el interés público–las necesidades y los deseos de los ciudadanos comunes.

Mediapart también lideró una reivindicación contra el gobierno para obtener un tipo de IVA idéntico para todos los medios informativos. Hasta el 2014, el gobierno imponía el IVA de 19,6% sobre los medios digitales, en comparación con el 2,1% para los medios impresos.

Los medios digitales finalmente ganaron y toda la prensa se benefició. Sin embargo, Plenel señala con un tono de amargura que no puede decirse que esta audacia haya sido reconocida por los competidores.

Estas batallas requirieron fortaleza y principios sólidos. El lema de Mediapart podría ser la consigna de todos los medios de comunicación centrados en servir a sus comunidades: “La libertad de prensa no es un privilegio de los periodistas, sino un derecho de los ciudadanos”.

Los resultados de esta filosofía se pueden ver en el Reuters Digital News Report. Mediapart ocupaba en 2019 el décimo lugar en Francia entre los medios digitales más populares. En un país donde la confianza en los medios se desplomaba durante las manifestaciones de los “chalecos amarillos” contra los impuestos a los combustibles, Mediapart ocupaba el octavo lugar entre las marcas de medios más confiables (gráfico abajo).

Nada mal para una startup.

Otras historias de éxito. El éxito de Mediapart recuerda los éxitos de otros medios europeos digitales que se centran en el servicio público y el periodismo de investigación. A continuación se muestran los perfiles de algunos de ellos: Il Post de Italia, elDiario.es de España, Talking Points Memo de Estados Unidos, De Correspondent en Holanda y krautreporter en Alemania.