James Breiner: Entrepreneurial Journalism

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En este video, Fogel elabora cómo se define lo que es el periodismo en Internet.

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Jean-François Fogel ha plasmado la mejor descripción que he oído de la nueva relación entre los periodistas y el público en el mundo de los medios digitales.

Así de sencillo, solo el público puede decidir qué trabajo merece la atención y el respeto que anteriormente dábamos a los periodistas que trabajaban en los medios tradicionales.

Es el público quien decide si una voz en particular entre los cientos de millones en Internet tiene la credibilidad, la ética y la independencia que esperamos de los periodistas.

Fogel tiene una larga trayectoria en España, Francia y América Latina como periodista, autor y actualmente asesor en medios digitales. Él dio una conferencia la semana pasada en un congreso en el que yo también fui conferencista: el Congreso Internacional de Periodismo Digital y Redes Sociales en Cancún, México.

La línea borrosa

En Internet, no es fácil distinguir entre los supuestos profesionales y los aficionados, declaró en una entrevista. “Si una persona recoge hechos o datos y edita esos hechos o datos, el público no puede decir si es un periodista o si es un padre que saca un video sobre su familia o si es un empleado de una empresa que prepara una propaganda o una publicidad para su empresa.

“La utilización de ciertas herramientas, la participación en ciertos procesos de preparar contenidos que servía para identificar la actividad periodística no funciona hoy”.

Por eso, él plasmó una definición de lo que es el periodismo hoy:

“El periodismo es, por supuesto, una voz desinteresada. No es una voz que quiere provocar la compra de algo o el voto para alguien o un comportamiento particular.  Es una voz independiente que no se puede vincular con una asociación, una empresa, una organización. Y es una voz responsable. Es una voz que se expresa no a propósito de algo que no es pertinente, sino a lo que tiene significación en una sociedad. El periodista dentro del mundo digital es una voz que tiene una postura ética”.

(Periodistas de España y América Latina comentan sobre la ética periodistica en Huesca.)

Ahora no es suficiente que una persona tenga título en el periodismo o trabaje en un medio tradicional para reconocerse como periodista, dice Fogel. “La única manera de ser distinto (para un periodista) es su voz. Su manera de expresión debe ser reconocida como algo de naturaleza periodística”.

“No es el periodista que puede gritar: ‘Soy periodista’. Es la audiencia que debe reconocer que en esta expresión pública, en esta voz, es la voz de un periodista. Es la audiencia que tiene que decir, esto no es publicidad, no es arte, no es educación, no es propaganda, no es transmisión de información tecnológica: es periodismo”.

La nueva onda

El auge de los medios digitales y los blogueros ha socavado la autoridad de los medios tradicionales. Además, estos nuevos medios han robado la audiencia y la publicidad de los viejos medios. En muchos casos han hecho un trabajo periodístico más riguroso y han ganado primicias con investigaciones sobre temas descuidados por los grandes.

Dos de los conferencistas en el congreso eran de esta nueva vanguardia: un video-bloguero popular, Chumel Torres, y un tuitero que usa el nom de plume Callodehacha. Ambos se especializan en el humor negro y la sátira.

Ambos hablaron de la importancia para ellos de mantenerse independientes de los intereses políticos y empresariales y de basar sus expresiones en los hechos en vez de los chismes y las difamaciones.

Fogel dijo de ellos, “Son periodistas que se dedican al periodismo de opinión. Son personas que están en la frontera. Su expresión es una expresión que se apoya en todos los códigos y todos los formatos del periodismo. A veces están en contra de los periodistas o al lado de periodistas pero tienen un dominio total de los formatos periodísticos (…) y lo hacen con gran talento, obviamente”.

Se dice en los negocios que el cliente siempre tiene la razón. Ahora en el mundo del periodismo digital, es el público que tiene la última palabra sobre quién es periodista.