‘Medios digitales son inversiones fenomenales’


Vucinic, foto de Ted.com

Muchos que invierten en los medios de comunicación ven un desastre por todos lados ya que las grandes empresas del sector están perdiendo audiencia, ingresos y relevancia. 

Sasa Vucinic, co-fundador y presidente de North Base Media, un fondo de capital de riesgo, mira a esta industria con otra perspectiva. Él ve grandes oportunidades de negocio en los medios informativos digitales, especialmente en los mercados en desarrollo, como Europa Central, Asia-Pacífico y América Latina. 

“Invertimos sólo en medios digitales serios con orientación a la audiencia joven y que tienen la posibilidad de irrumpir en sus mercados. Pensamos que es un negocio fenomenal que va a rendirnos un retorno muy importante”.

Vucinic arrancó su carrera periodística en Serbia, donde se destacó como editor activista a favor de un periodismo independiente que desafiaba a los poderes corruptos y opresivos. Entré en contacto con él por Skype en Corea del Sur, donde él estaba investigando oportunidades para invertir. Mi idea era entrevistarle sobre la inversión con impacto social (“social purpose investing“), una actividad financiera en la que los inversores dirigen su dinero hacia organizaciones que prometen no sólo un retorno económico sino un impacto positivo en la sociedad.  

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Pero Vucinic me dijo que había dejado de hablar sobre el impacto social en sus conversaciones con inversores. “Durante 16 años, me dediqué a convencer a inversores que un medio de comunicación tiene dos características importantes: es un negocio que puede ser sostenible y rentable y, a la vez, desempeña un rol importante en la sociedad. Pero realmente creo que si uno no entiende la importancia de los medios informativos en la sociedad, de todas maneras es poco probable que vaya a invertir en ellos”.

Un banco para medios

Vucinic ha trabajado en ambos lados de la inversión en medios: en primer lugar, trabajó como director editorial de una revista y una estación de radio en Belgrado, medios que desafiaban a los poderes existentes, y que tenían dificultades para conseguir apoyo financiero. 

Pero esa experiencia era desilusionante y decidió cambiar la dinámica de su actividad financiera. En 1995, arrancó con un socio el Media Development Investment Fund (MDIF), cuyo propósito era actuar como un banco de inversión que apoyara a los medios independientes amenazados por los regímenes opresivos. 

Al principio, el MDIF sólo hizo préstamos en vez de tomar una participación en el capital de los medios, ya que, para los editores ferozmente independientes, un préstamo representaba un apoyo menos amenazante que una participación en la propiedad editorial. En 20 años, el MDIF ha proporcionado US$ 153 millones en financiación, así como consultoría profesional a más de 100 empresas de medios en 39 países. 

Algunas empresas en la cartera de North Base Media. Hace clic para agrandarse.

Sin embargo, según Vucinic, el sector de los medios de comunicación ha ido cambiando de manera significativa desde la perspectiva de los inversores. Hoy en día, los medios independientes están dispuestos a compartir una parte de su patrimonio con los inversores. Él atribuye el cambio a la explosión de nuevas tecnologías para producir y distribuir los productos informativos.

Para aprovechar este cambio de mentalidad y las nuevas condiciones del mercado, en 2013 co-fundó North Base Media para aprovechar las nuevas condiciones. Un buen ejemplo de sus nuevas inversiones es The News Lens de Taiwán (“Información valiosa, voces para compartir”). Sus fundadores eran periodistas jóvenes que no encontraban nada interesante ni relevante en los medios  de los grandes conglomerados del país, que optaban por el sensacionalismo, la nota rosa y la nota roja.

Pese al tamaño relativamente pequeño de Taiwán (con población de 23 millones de habitantes), North Base Media vio la posibilidad de captar la audiencia más joven, la de menos de 30 años, con un periodismo serio y distribuido en formatos diferentes.

Oportunidades por doquier

“Hay mucha gente privada de recibir información confiable y de calidad en todas partes del mundo”, aseveró Vucinic. “En cada país se podría encontrar 20, 30, 50 pequeños medios informativos digitales que están alimentando una necesidad específica -política internacional, teatro, etc.- de interés para el público”. Todos ellos, concluye, podrían ser inversiones interesantes.
Lo que necesitan esas startups además de dinero es la capacitación en destrezas empresariales -ventas, marketing, gestión financiera y administrativa-, dijo. “Nadie que ha lanzado una startup empieza por lo general con el conocimiento de cómo manejar el flujo de caja. Y si no lo entiende, podría causar la bancarrota de la empresa”. En el Media Factory News Accelerator en Argentina, donde North Base fue uno de los inversores, hice este tipo de capacitación para tres medios digitales. 
Cuando mencioné a Vucinic que el sector de medios independientes digitales todavía representa una pequeñísima cuota de todo el mercado mediático al nivel global, sugirió que esta industria necesita subvenciones. La Unión Europea, por ejemplo, ha reconocido la importancia estratégica del sector agrícola y ha desarrollado toda una serie de programas para sustentarlo -préstamos con intereses bajos, garantías de precios para los productos, seguros para la producción, etc. Las democracias del Occidente, que dependen de una prensa libre para mantener saludable a su sistema, podrían hacer algo similar con el periodismo, sugirió.

Una financiación en capas
Además, Vucinic propone un tipo de financiación que, según él, podría acelerar la inversión en medios independientes. Por ejemplo, un fondo de inversión de capital privado de, digamos, US$ 50 millones, podría incluir tres capas. La capa básica, al fondo de la pirámide, para atraer a más inversores, podría ser de US$ 10 millones provenientes de una organización gubernamental o casi gubernamental -como el World BankUSAidInter-American Development Bank, etc. — cuya cuota del patrimonio del medio sería pequeña y que sería la última retribuida cuando se liquidara el fondo.  
La segunda capa de US$ 10 millones consistiría en inversiones de bancos que buscan un retorno mayor que el de los bonos gubernamentales (actualmente el 1% o menos), pero con una limitación a una cifra máxima del 4% ó 5%.
La capa mayor, de US$ 30 millones, provendría de los inversores riesgo-tolerantes, los propios del  capital privado. “Son ágiles, rápidos, e invertirían en cantidades más pequeñas. Una vez que recibieran un retorno del 10 ó 15%, regresarán una y otra vez”.

Así pues, las empresas mediáticas necesitan más apoyo de las sociedades democráticas del que reciben, según Vucinic. La importancia de los medios de comunicación es “absolutamente obvia. Lo primero que hace cualquier dictador de inteligencia media es matar a los medios independientes. Hay una razón para eso. O se tiene una prensa libre y un país razonablemente decente, o se tiene un dictador sin prensa libre”.

“Todos sabemos lo que se necesita hacer”, aunque, comenta Vucinic-, los cambios no llegarán con la rapidez que nos gustaría.