Un político fallido ofrece soluciones al extremismo en la política y los medios
Una persona puede preguntar ¿por qué escribir sobre “razones para el optimismo” cuando tantas cosas van mal en nuestra política, economía, medio ambiente y los medios informativos? El optimismo nos da la confianza de que podemos mejorar las cosas. Como me gusta decir, cada día es otro día de oportunidad.
Si eres de los que evita activamente leer las noticias porque estás cansado de la política y los políticos, te presento a Andrew Yang. Fue un candidato fallido a la presidencia en 2020 y un candidato fallido a la alcaldía de la ciudad de Nueva York en 2021. Sin embargo, sigue siendo optimista sobre la política y las posibilidades de una sociedad menos polarizada. De lo contrario, no estaría trabajando para ayudar a lograrlo.
En una entrevista en el podcast del economista Steven D. Levitt, Yang describió lo que aprendió sobre trabajar en política desde adentro. Demócrata desde hace mucho tiempo, decidió que necesitábamos tener un nuevo partido político, el Forward Party (Partido Adelante), con nuevos incentivos. Su lema: “No a la izquierda. No a la derecha. Hacia adelante.”
Yang es abogado y empresario. Es hijo de inmigrantes taiwaneses y se especializó en Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de Brown. Obtuvo una licenciatura en Derecho de la Universidad de Columbia. Describe sus experiencias en la política y las razones para fundar el Partido Adelante en su libro Forward: Notes on the Future of Our Democracy (Adelante: Notas sobre el futuro de nuestra democracia). Los comentarios que siguen son extractos de la entrevista de Levitt a Yang. El énfasis en negrita es mío.
Un partido político inclusivo
LEVITT: Su última propuesta es iniciar un tercer partido político llamado Forward Party. ¿De que va todo eso?
YANG: Bueno, primero, permítanme decir que el Forward Party es inclusivo. Uno puede ser un demócrata registrado, o un republicano registrado, o ciertamente un independiente y unirse al Forward Party y no cambiar su registro. De lo que trata el Forward Party es fruto de mis cálculos, Steve, del hecho de que nuestro sistema en este momento está configurado para fallarnos, y nos fallará debido a los incentivos.
Y lo que trato de enfatizar a la gente es que en este momento el Congreso de los Estados Unidos tiene un índice de aprobación del solo 28%, lo que probablemente no sorprenda a los oyentes. Se dirá, ‘Sí, eso es correcto’. Sin embargo, la tasa de reelección de miembros individuales es de alrededor del 94%. En el 83% de los distritos del Congreso es muy seguro o que gane el progresismo (demócrata) o el conservadurismo (republicano). Entonces, si superas tu primaria, ganas, y así es como eres reelegido.
Por lo tanto, los incentivos para la gran mayoría de nuestros legisladores son aplacar y complacer al 10% o 20% más extremo de los votantes partidistas e hiperpartidistas y luego mantener su trabajo. Y a eso se superponen las organizaciones de medios que nos separan en campos ideológicos -que es lo que sabemos que está sucediendo-, y luego tienes las redes sociales echándole gasolina a todo el asunto, de modo que cuanto más sensacionalista e incendiario eres, más energía obtienes.
Y es por eso que nos están preparando para la lucha, la disfunción, la violencia política y, potencialmente, una nueva versión de una guerra civil. Desearía que eso fuera hiperbólico, pero no creo que lo sea. Mucha gente sabe esto. Es solo por alguna razón en la vida estadounidense, que no creemos que podamos cambiarlo. Y lo que discuto es que no solo podemos cambiarlo, sino que debemos cambiarlo, si vamos a tener algún tipo de futuro que nos entusiasme.
LEVITT: Mi hijo adolescente, Nick, fue uno de los primeros y fervientes seguidores suyos. Y así fue como oí hablar de ti por primera vez, incluso antes de que participaras en mi podcast. Y me sorprendió su interés en ti porque nunca antes había prestado atención a la política. ¿Tiene la sensación de que ese fue gran parte de su apoyo, proveniente de personas externas, en cierto sentido, personas que no eran realmente políticas por naturaleza?
YANG: Oh, Dios mío, sí. Y no puedo decirte cuántas personas de tu edad o más me dijeron: “Es mi hijo o mi hija”, o en algunos casos, incluso, “mi nieto o nieta que me metió en ti”. La campaña tocó una fibra sensible con los extraños, pero en particular con los jóvenes, que pensaron: “Vaya, esta persona me recuerda a mí” o “Esta persona parece alguien con quien me puedo relacionar”. Y eso comenzó con la generación más joven y se fue abriendo camino. Por eso, por favor, agradézcale a su hijo de mi parte. . .
Sobre el ambiente polarizado
Los partidos Demócrata y Republicano eran prácticamente indistinguibles ideológicamente hasta la década de 1960. Esta polarización que estamos experimentando ahora es inusual, ya que ahora el 42% de los demócratas y republicanos ven al otro lado como enemigos mortales o malvados.
Por eso llamé a esto el Forward Party. En primer lugar, porque tienes que activar una nueva tribu en torno a este movimiento. Y en segundo, porque idealmente activas parte del 62% de los estadounidenses que dicen que quieren una alternativa al duopolio. Podrían ser libertarios, podría ser el Partido Verde, cualquiera que esté harto. En cierto modo, el Forward Party es el partido que permite que múltiples partidos compitan en un escenario nacional o local. . . .
La disfunción del duopolio es más clara que nunca. O nos montamos en este duopolio hacia la ruina y la violencia política, y hacia conflictos a una escala que la mayoría de nosotros encontraría inimaginable, o vamos a cambiarlo. Me gusta decir que es antiestadounidense pensar que en realidad no podemos evolucionar, reformarnos y avanzar. ¿No somos el hogar del espíritu empresarial y el espíritu pionero? Si nuestro sistema se descompone hasta este nivel, ¿no podemos cambiarlo? . . . .
Después de ingresar en la política y tras lograr un cierto nivel de éxito, y rodeado de dinero, uno termina con empleados de tipo profesional. Y los empleados de tipo profesional realmente no quieren que seas honesto. Lo comparo con un montón de entrenadores de la N.F.L., con miembros de su personal profesional que preferirían que pierdas aceptablemente a que hagas cualquier cosa que pueda terminar dificultando su currículum más adelante. Y así, cualquier político que haya estado en el campo por un tiempo acaba quemado, diciendo algo que estaba fuera del guión. Todos se enojaron con ellos, incluido su equipo. Y luego su equipo dijo: “Nunca vuelvas a hacer eso”. Y luego el político dice: “Está bien, está bien. Nunca volveré a hacer eso”. Y es por eso que todos nuestros políticos parecen intercambiables y robóticos, porque han sido instruidos de cierta manera.
Solución: votación por orden de preferencia y primarias abiertas
Nota: Yang se extendió en una discusión detallada con Levitt sobre cómo las elecciones primarias abiertas, combinadas con la votación por orden de preferencia, podrían servir para abrir la política a candidatos fuera del duopolio republicano-demócrata.
YANG: La votación por orden de preferencia desalienta las campañas negativas, porque si te critico, ambos quedamos mal y luego el tercer candidato se beneficia. Recompensa a los constructores de coaliciones y a las personas que son más razonables porque todos dicen: “Eh, me gusta esa persona. No es un idiota.
Si se hubiera votado por orden de preferencia durante las primarias republicanas de 2016, es probable que Trump no ganara con el 30%, 35% o 40% de los votos, al no llegar al 50.1%. Luego los otros candidatos se repartían el resto. Por lo tanto, la votación por orden de preferencia tiende a recompensar más a los candidatos que tienen un gran atractivo y recompensa menos a los candidatos que realmente pueden entusiasmar a algunas personas, pero al mismo tiempo enemistarse con un número equivalente o incluso mayor.
Cuando Levitt le preguntó acerca de los principios clave del Forward Party, Yang dijo que el más importante era. . . “Gracia y tolerancia, que significa que otros estadounidenses no son nuestros enemigos. El enemigo, el verdadero enemigo, es un sistema que nos divide en tribus y nos dirige hacia la próxima guerra civil, de verdad. El Forward Party es todo lo contrario a eso. Es como, ‘Mira, puedes estar de acuerdo conmigo, no estar de acuerdo conmigo. Tú vales tanto como yo’. Y con ese espíritu tendríamos la oportunidad de un enfoque diferente de la política que, por cierto, no se beneficiaría de enojarte o deprimirte”.
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No sé si a usted le sucede el mismo, pero para mi, el discurso de Yang es motivo de optimismo. Reconoce los problemas de nuestra política, tanto desde dentro como desde fuera. Brinda cierta perspectiva sobre los medios de comunicación y cómo podrían desempeñar un papel más productivo en la sociedad. Finalmente, ofrece algunas soluciones que no son tan radicales. Me parecen factibles. Recuerda, es otro día de oportunidad.
Razones para el optimismo #1: Andrew Yang