Los cronistas se acercan al precipicio de la ficción


LOGROÑO, España — Los debates sobre el género periodístico más celebrado en América Latina, la crónica, a menudo acaban en dos grandes interrogantes: si la crónica está en auge o declive y si los cronistas pueden sazonar sus reportajes con pepitas de invención para reflejar “una mejor realidad”.

Los debate son especialmente relevantes hoy día cuando la credibilidad del periodismo se halla en niveles muy bajos y algunos políticos condenan una y otra vez a la prensa convencional como fuente de “noticias falsas”.

Catalina Mesa, Toño Angulo Daneri y Juan Francisco Ferré.

Cuando se abordan estas cuestiones, es inevitable que surja el nombre del premio Nobel de la literatura Gabriel García Márquez, uno de los mayores maestros de ese género híbrido, que se coloca en la frontera entre el verdadero periodismo y un buen cuento “basado en una historia real”.

Periodistas que cruzan fronteras

Los que asistimos a VII Jornadas Futuro en Español el 25 de octubre en Logroño disfrutamos un debate muy vivo sobre el tema y el novelista.

El periodista y escritor Germán Rey relató que en una ocasión preguntó a García Márquez, que comenzó su carrera como periodista, ¿qué era para él una crónica? Y Gabo respondió sencillamente, “Una crónica es un cuento que es verdad”.

Pero hoy se sabe bien que algunas crónicas periodísticas de García Márquez incluían elementos ficticios, de los que quizá el más conocido fue el protagonista inventado en “Caracas sin agua”, un ingeniero alemán, cuyo comportamiento responsable durante la crisis se contrastaba con el de los venezolanos.

De este modo surge otra vez surgía la eterna cuestión ética y periodística: ¿puede el cronista cambiar un hecho, aunque sea minúsculo, para crear una realidad más impactante y seguir hablando de periodismo?

¿Dónde está la línea?

La cinematógrafa colombiana Catalina Mesa describió su inquietud al ser consciente de que estaba aprovechando las técnicas del arte con cada posicionamiento de la cámara y con cada decisión sobre la selección del fondo durante la realización de su documental “Jericó, el infinito vuelo de los días” sobre un pueblito típico de Antioquia en el noroeste del país.

“Estaba en el umbral entre ficción y documental” dijo en una entrevista publicada en El Espectador.
“El documental es creativo, pero, ¿dónde está la línea entre la ficción y el documental?”

Juan Francisco Ferré, periodista y novelista español, opinó que “la ficción produce realidades mejores y más profundas”. Destacó que el ex-periodista David Simon ha creado algunas series de ficción entre las más impactantes en la televisión estadounidense -“The Wire” y “The Deuce”.

Sin embargo, Ferré lamentó que “la fabulación ha caído en desuso en Europa. No se produce el equivalente de ‘Mad Men’ ni ‘House of Cards’ en la televisión española”. Los productores europeos prefieren documentales, aseveró.

El periodista que no cruza la frontera

El periodista y escritor peruano Toño Angulo Daneri, galardonado por sus crónicas en la revista literaria Etiqueta Negra, cree que el cronista que un verdadero periodista, alguien que nunca inventa nada.

“Si, para lograr un efecto dramático, digamos, o para completar una realidad que yo ya terminé de reportear, al momento de escribir la historia, no puedo completar una escena, porque por poner el caso le falta algo, recurro a pequeñas dosis de la ficcion, cuando esto ocurre es como determinadas drogas duras. Si primero pones un poquito de ficción, la siguiente vez pondrás más y la siguiente vez pondrás más”.

“El periodismo exige un pacto de verdad, de veracidad, de comunicar hechos verificables”.

Según Angulo Daneri, el género de la crónica responde a la necesidad de contar historias que no encajan en ni los espacios limitados ni las estructuras rígidas y convencionales del periodismo de los diarios.

“La cronica tiene la libertad de la literatura, una estrucutra distinta ya que la historia me pide una estructura distinta. Voy a comenzar de una manera distinta, terminar de manera distinta, construir diálogos”. Pero todos efectos literarios dependen de hechos verificables.

A Angulo Daneri, le gusta la descripción de la crónica ofrecida por su amigo, el cronista mexicano Alejandro Almazán: “En las calles existe lo fantástico. A la literatura hay que robarle todo menos la mentira”.

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