Los sitios informativos de buena reputación que informan sobre el covid-19 se encuentran en la lista negra de los anunciantes, sobre todo de aquellos preocupados por la “seguridad de la marca” o brand safety.
Así lo explica en un artículo en el Wall Street Journal, que destaca cómo los editores están perdiendo ingresos publicitarios por este motivo. Ciertos anunciantes no quieren asociarse con contenidos que consideran negativos.
La lista negra de contenidos evitados por los anunciantes incluye las noticias de servicio público y piezas de estilo de vida inocuas, como por ejemplo cómo cocinar sano durante la cuarentena.
“La mayoría de las compras y las ventas de publicidad online ocurren en los mercados automatizados”, comenta el Journal. “Por lo general, las empresas compran anuncios dirigidos a audiencias con ciertas características (edad, hábitos de compra o intereses, por ejemplo) en lugar de espacio en sitios específicos. Al mismo tiempo, pueden contratar empresas de medición o de “seguridad de marca” para rastrear sus campañas y poner en una lista negra sus anuncios para que no aparezcan en ciertos lugares.”
Crear una “lista blanca” para proteger a los editores responsables
Como respuesta a estas prácticas, Newsguard, un servicio que califica la credibilidad de las publicaciones, ha anunciado que se está asociando con varias organizaciones publicitarias y la Organización Mundial de la Salud (WHO) para señalar a los usuarios qué sitios informativos ofrecen noticias erróneas sobre el virus.
Newsguard se promociona como “la herramienta de confianza de Internet”, porque califica la credibilidad y la confiabilidad de miles de organizaciones de noticias en línea.
Una de las compañías que ayuda a los anunciantes a elegir en dónde colocar sus anuncios, Amobee, anunció que se está colaborando con Newsguard para desviar la publicidad de los sitios que publican información falsa y orientarla hacia aquellos con contenido en el que se pueda confiar.
Desafortunadmente, el sensacionalismo siempre ha sido un negocio lucrativo. Así, por ejemplo, el contenido que trata las teorías de conspiración genera mucho tráfico online a través del intercambio viral, guiado por los algoritmos de las redes sociales y los buscadores.
Se espera que los esfuerzos de Newsguard y otras organizaciones que intentan contrarrestar esta tendencia ayuden a las organizaciones de noticias a proporcionar un verdadero servicio público, de calidad, y atraer, al mismo tiempo, recursos publicitarios o suscriptores.
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